'Memoria de nuestros vecinos cubanos': el rescate de la historia silenciada del exilio.Por Ángeles Rosas. Diario de Cuba.

El proyecto es un llamado a la esperanza, al diálogo y la reconstrucción, a partir de las voces de quienes vivieron la represión y aún creen en una Cuba libre y democrática.

El proyecto Memory of Our Cuban Neighbours (Memoria de nuestros vecinos cubanos) busca preservar las voces de los cubanos que se opusieron al régimen totalitario y cuyas vidas fueron transformadas por el exilio. La iniciativa, impulsada por la organización educativa checa Post Bellum en colaboración con Raíces de Esperanza, se desarrolla actualmente en España tras experiencias previas en Cuba y Miami.

Según explicó a DIARIO DE CUBA Diana Mendiluza, coordinadora del proyecto por la parte cubana, el propósito es documentar los testimonios de activistas, disidentes y víctimas del totalitarismo, creando un archivo de historia oral que rompa con la versión oficial impuesta por la historiografía del régimen. "Queremos dar visibilidad a la historia de Cuba no contada después de 1959, la historia de quienes sufrieron la represión y decidieron resistir”, señala.

Las entrevistas, realizadas por amigos, familiares, vecinos o estudiantes, se graban en video y se transforman en perfiles biográficos que pasarán a formar parte del archivo europeo Memory of Nations. Este repositorio, disponible para estudiantes, investigadores y periodistas, se ha convertido en una herramienta educativa en la República Checa.

"Nos encantaría que algún día, en una Cuba democrática, también se incorporara como parte de la memoria nacional", apunta Mendiluza.

La coordinadora subraya que el proyecto no solo rescata el pasado, sino que también une generaciones dentro de la diáspora. "Muchos hijos de exiliados han nacido fuera de la Isla y no vivieron directamente la represión. Estas entrevistas les permiten conectar con su identidad, comprender lo que vivieron sus mayores y generar un diálogo entre cubanos de distintas épocas y geografías".

El objetivo, añade, es contribuir a la salvaguarda de la memoria histórica de una nación que ha sido silenciada. "Queremos derrumbar el mito de que Cuba es un paraíso donde se respetan los derechos humanos y mostrar la realidad desde la vivencia personal. Nada inspira y sensibiliza más que un testimonio real contado por su protagonista", afirma.

Una metodología nacida en Europa del Este

Desde la parte checa, Eva Kubátová, coordinadora de Post Bellum, destaca que la metodología de Memory of Nations se basa en una premisa sencilla pero poderosa: "todos tenemos un vecino o una vecina con una historia que contar". Este enfoque ha permitido reconstruir miles de experiencias personales bajo regímenes autoritarios en Europa Central y del Este, y ahora se adapta al contexto cubano.

"El proyecto une generaciones, rompe estereotipos y promueve el diálogo", explica Kubátová. "Queremos que también sirva de instrumento para la futura transición democrática en Cuba. No pretendemos decirles a los cubanos cómo deben hacerlo, sino acompañarlos, compartir nuestra experiencia checa y apoyar su propio camino hacia la libertad”.

A 36 años de la caída del comunismo en Checoslovaquia, la coordinadora reconoce los paralelos entre ambas realidades. "En la República Checa todavía persisten heridas emocionales y divisiones provocadas por el comunismo. Es un proceso largo de sanación, y Cuba también necesitará tiempo. Las cicatrices sociales y psicológicas no desaparecen de la noche a la mañana".

Kubátová cita al escenógrafo cubano Geanny García Delgado, residente en Praga, quien reflexiona sobre ese proceso de reconstrucción: "Mi invento para Cuba sería una máquina que borrara las heridas históricas que hay en la gente… incluso si el cambio ocurriera hoy, tomaría generaciones sanar todo ese dolor".

Un puente Cuba-Madrid-Praga

El proyecto ha fortalecido un triángulo entre Praga, Madrid y La Habana, en el que artistas, activistas y organizaciones trabajan juntos por la memoria y la libertad. "No están solos en su labor", enfatiza Kubátová. "Seguimos llamando la atención sobre la situación en Cuba y apoyando todos los esfuerzos para que el pasado y el presente no se olviden en el futuro. Que se haga justicia, y que junto con Cuba el mundo sane un poco más".

Como cierre, Kubátová recuerda las palabras de Elena Larrinaga de Luis, una de las testimoniantes del archivo: "A los niños de Cuba les diría que nunca pierdan la esperanza ni la alegría, que nada es para siempre, que hay que luchar y tirar para adelante". Ese mensaje resume el espíritu de "Memoria de Nuestros Vecinos Cubanos", dice. Se trata de un llamado a la esperanza, al diálogo y a la reconstrucción, a partir de las voces de quienes vivieron la represión y aún creen en una Cuba libre y democrática, donde recordar sea también una forma de sanar.