OCDH: el régimen bloquea la entrada de ayuda a las zonas devastadas por el huracán Melissa. La desesperación en Guantánamo impulsa a sus ciudadanos a protestar ante las autoridades. Diario de Cuba.

La desesperación en Guantánamo impulsa a sus ciudadanos a protestar ante las autoridades.

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) alertó este viernes que el Gobierno cubano está impidiendo el ingreso de ayuda organizada por iglesias y grupos independientes hacia las provincias orientales más golpeadas por el huracán Melissa, mientras crece el malestar popular ante la falta de alimentos, electricidad y respuesta institucional.

En un comunicado, la organización con sede en Madrid denunció la existencia de "puntos de control" establecidos por las autoridades a la salida de Las Tunas y en la entrada de Granma, con el objetivo de frenar el paso de ciudadanos que intentan llevar víveres, medicinas y otros recursos por cuenta propia.

"Estas trabas agravan la tragedia vivida en la región oriental del país", advirtió el OCDH, que exigió al régimen permitir el libre flujo de ayuda humanitaria y "abstenerse de controlar las iniciativas sociales". Según testimonios recogidos por la organización, el viernes había todavía comunidades con personas refugiadas sobre los techos de sus casas, zonas con más de cuatro días sin electricidad ni comida, y barrios enteros sin presencia de las autoridades locales.

El OCDH calificó la situación como una "emergencia humanitaria agravada por decisiones políticas", en referencia al control que el Estado mantiene sobre toda forma de distribución de ayuda, incluso la proveniente de organismos religiosos o internacionales, mientras convoca a la ciudadanía a hacer entrega de donaciones mediante los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

Mientras tanto, el régimen continúa sin ofrecer datos precisos sobre el número de damnificados, comunidades aisladas ni víctimas mortales. La única muerte confirmada hasta ahora, no de manera oficial —es la de un hombre arrastrado por la corriente en Palma Soriano, Santiago de Cuba—, cuyo caso fue recogido por el periodista Javier Díaz, de Univisión.

Desesperación en Oriente: protesta en Guantánamo y denuncias desde Granma

El llamado del OCDH coincide con un creciente malestar social en el oriente del país. En Guantánamo, decenas de vecinos del barrio Ho Chi Minh salieron a las calles para exigir alimentos y atención tras varios días sin electricidad ni suministros. "La gente no aguanta más", declaró a Martí Noticias el activista Miguel Ángel López Herrera, quien aseguró que el detonante fue la distribución de apenas "dos libras de arroz por persona".

Las fuerzas policiales y agentes de la Seguridad del Estado acudieron al lugar, aunque no se reportaron arrestos, según testigos. En videos compartidos en redes sociales, los manifestantes reclaman directamente a autoridades y denuncian el abandono estatal.

En la vecina provincia de Granma, la familia de un trabajador eléctrico desaparecido en Río Cauto denunció la falta de información y la descoordinación del rescate, mientras continúan las inundaciones y los vecinos aseguran que "el agua sigue subiendo" pese al discurso oficial de "control de la situación".

En contraste, Cubadebate dedicó su cobertura del viernes a destacar el envío de ayuda internacional desde Colombia y suministros médicos de UNICEF, así como la visita de autoridades militares y el propio Miguel Díaz-Canel a las zonas anegadas, sin mencionar las denuncias de represión ni el bloqueo de la ayuda independiente.

El presidente colombiano Gustavo Petro informó que su Gobierno despachó 22 toneladas de ayuda —incluyendo alimentos, productos de higiene, sábanas y toldillos— destinadas a Cuba y Jamaica como parte de una misión de emergencia coordinada por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

De acuerdo con el comunicado oficial colombiano, el envío incluye 1.100 kits de alimentos, 1.100 kits de aseo personal, 2.800 juegos de sábanas y 2.800 toldillos, en respuesta a los daños sufridos por el oriente cubano tras vientos de más de 200 km/h y lluvias torrenciales.

Por su parte, UNICEF Cuba confirmó la llegada este sábado de suministros médicos esenciales —entre ellos antibióticos, antihipertensivos, jeringuillas, guantes, básculas y mosquiteros— para unas 90.000 personas en Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma y Holguín. Los insumos priorizarán servicios de salud materno-infantil y prevención de enfermedades en comunidades inundadas.

La agencia de la ONU precisó que el transporte y distribución se realizará en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, y que también se han dispuesto kits de higiene familiar, materiales escolares y plantas potabilizadoras portátiles para garantizar agua segura en las zonas más vulnerables.