MUERE JOVEN PRESO EN BONIATO TRAS ATAQUES DE EPILEPSIA Y NEGLIGENCIA MÉDICA. Por Yosmany Mayeta en Facebook.

 
Otro joven cubano muere en una prisión sin que nadie asuma responsabilidades. Su nombre era Abraham Carmenates Hervás, tenía apenas 25 años y estaba recluido en la Prisión de Maxima Seguridad "Boniato", donde era constantemente víctima de desatención médica, tratos inhumanos y abandono institucional, pese a padecer epilepsia diagnosticada.

Según su familia, Abraham sufría frecuentes ataques epilépticos y en más de una ocasión fue trasladado al Hospital Provincial, pero las autoridades del penal siempre lo devolvían, ignorando su frágil estado de salud. A pesar de las constantes solicitudes de libertad extrapenal presentadas por sus padres, la comisión médica determinó que estaba "apto" para continuar preso. Hoy, Abraham está muerto. ¿Quién responde?

LOS HECHOS:
En la madrugada del 8 de agosto, Abraham sufrió un nuevo ataque de epilepsia.
Según testimonios, le administraron un medicamento y lo dejaron tirado en el piso del penal, sin asistencia médica ni vigilancia.
Amaneció muerto.
Hasta el momento, no se ha informado oficialmente la causa de muerte.
Tenía un hijo de un mes y medio que ni siquiera pudo inscribir legalmente antes de morir.
“Lo dejaron tirado como un perro”, denuncian sus familiares, entre lágrimas y rabia. Ni siquiera han podido darle la noticia a su padre, que se encuentra en otra provincia.

Este caso revela una vez más la brutalidad del sistema penitenciario cubano, donde jóvenes enfermos son tratados como desechos humanos, se les niega el acceso a cuidados médicos adecuados, y se les impide incluso ejercer derechos básicos como reconocer a sus hijos o recibir un trato digno.

Abraham Carmenates Hervás murió bajo custodia del Estado. Murió porque lo ignoraron, porque lo abandonaron, porque la burocracia decidió que su vida no valía una extrapenal.

¿QUIÉN RESPONDE AHORA?