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Incluso gravemente enfermos y en terapia intensiva, la Seguridad del Estado vigila a los opositores cubanos. Diario de Cuba.

Incluso gravemente enfermos y en terapia intensiva, la Seguridad del Estado vigila a los opositores cubanos
30 de octubre de 2025

El opositor cubano Omar Suárez Campos. ICLEP

'El uso del sistema sanitario como herramienta de represión viola los tratados internacionales de derechos humanos'.

El opositor cubano Omar Suárez Campos se encuentra ingresado en terapia intensiva con COVID-19, dengue y chikungunya, denunció el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), y detalló que "su estado es crítico y no recibe la atención médica adecuada". "Mientras tanto, agentes de la Seguridad del Estado rondan la sala donde está ingresado", agregó.

Según denunció su esposa, María Julia Barrios Cruz, Suárez Campos tiene fiebres altas, pérdida de conocimiento y una falta total de medicamentos. "La familia ha tenido que comprar por su cuenta los fármacos que el hospital no tiene", subrayó el OCDH.

"Hoy su familia teme por su vida", enfatizó el observatorio y recordó que, anteriormente, como parte del mismo patrón represivo, "ya Suárez Campos fue internado a la fuerza en hospitales psiquiátricos y sometido a electrochoques sin consentimiento".

"Su hija, Mayisney Idalgo Barrios, también opositora, permanece presa injustamente y padece enfermedades hematológicas sin recibir atención médica", agregó la denuncia del OCDH, y destacó que "toda la familia vive bajo acoso político constante".

En este contexto, el observatorio exige al régimen cubano "garantizar atención médica urgente y segura a Omar Suárez Campos", así como "cesar el hostigamiento contra su familia" y "permitir supervisión médica independiente y acceso de organismos internacionales".

"Este caso refleja el sufrimiento de miles de familias cubanas perseguidas por pensar diferente", enfatizó el OCDH, y concluyó que "el uso del sistema sanitario como herramienta de represión viola los tratados internacionales de derechos humanos".

Lamentablemente, el caso de Suárez Campos no es aislado y, en tal sentido, el ex prisionero político y activista Michael Hernández Medina "presenta un cuadro médico alarmante que incluye sangrado por la boca y niveles bajos de hemoglobina, con sospecha de una lesión pulmonar. Este cuadro se agrava por ser paciente de VIH, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves", informó el grupo de asesoría legal Cubalex.

"Tanto él como su familia desconfían del sistema de salud, debido a experiencias previas de falta de atención médica adecuada, incluso durante ingresos hospitalarios", enfatizó Cubalex, al tiempo que alertó sobre "la necesidad de garantizar atención médica especializada y adecuada, con independencia de cualquier condición política o social".

"La omisión o negligencia en su tratamiento constituye una violación de sus derechos a la salud, a la integridad personal y a la vida", recalcó.

"La vigilancia policial es una práctica sistemática de hostigamiento e intimidación utilizada por las autoridades cubanas contra activistas, periodistas independientes y defensores de derechos humanos", denunció recientemente Cubalex, y alertó "sobre el uso de la vigilancia como herramienta de represión y control social".

Estos hechos demuestran que la represión en Cuba "no es esporádica ni producto del azar, sino una política estatal estructurada y sostenida, ejecutada principalmente por el Partido Comunista de Cuba y el Ministerio del Interior", según aseveró Cubalex en un reciente informe al respecto.

Denunció, asimismo, que "su objetivo es desarticular cualquier forma de disidencia, limitar el ejercicio de derechos fundamentales y disuadir a la ciudadanía de participar en actividades cívicas o de exigir responsabilidades al poder. La magnitud, diversidad y recurrencia de los hechos registrados reflejan una estrategia de represión institucionalizada que atenta contra los principios más elementales del Estado de derecho y los derechos humanos".

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