La Cabaña del Tío Tom. Por Félix José Hernández.

Querida Ofelia,
Félix José Hernández.- París16 de noviembre de 2025.- Acabo de volver a leer esta conmovedora novela que me ha traído muchos recuerdos. En primer lugar a la Sra. Conchita Gorgol, aquella gran dama me lo prestó, cuando yo iba a su hogar a estudiar con su ahijada Miriam, estando ambos en séptimo grado en la E.S.B. Felipe Poey.

También me hizo recordar que en mi pueblo natal de Camajuaní, a las personas de origen subsahariano se les prohibía entrar a los bailes del “Liceo” y de la “Colonia Española”. Ellos tuvieron que crear una sociedad, que si mal no recuerdo se llamaba “Los quince amigos”.
En Santa Clara tampoco se les daba el permiso a los que no fueran “blancos”, el pasear por el centro del parque central de la ciudad, situado frente al Teatro Marta Abreu.
Algo que me indigna es que cuando los domingos íbamos a la playa militar de Caibarién, una soga dividía la playa de los “blancos” de los demás.
Hace poco vi en un documental sobre la artista Joséphine Baker, heroína de la Segunda Guerra Mundial y por lo tanto sepultada en el Panteón de París, que cuando fue a actuar en La Habana, le negaron el alojamiento en el Hotel Nacional por ser negra.
La Cabaña del Tío Tom» (Uncle Tom’s Cabin) es una novela escrita por Harriet Beecher Stowe y publicada por primera vez en 1852. Considerada una de las obras literarias más influyentes del siglo XIX, esta novela fue la más vendida a nivel mundial durante esa época, solo superada por la Biblia. Su poderosa denuncia contra la esclavitud en los Estados Unidos convirtió a Stowe en una figura clave en el movimiento abolicionista y marcó un antes y un después en la percepción pública sobre la esclavitud.
La novela narra la vida de Tom, un esclavo afroamericano de gran bondad y fe cristiana, que sufre las penurias y la violencia de la esclavitud en el sur de Estados Unidos. A través de sus vivencias y de las de otros personajes, Stowe expone de manera conmovedora la crueldad inherente al sistema esclavista y apela a la empatía y la conciencia moral de los lectores. El relato promueve valores como la compasión, la dignidad humana y la justicia social.
Desde su publicación, «La Cabaña del Tío Tom» se convirtió en un éxito rotundo, vendiendo más de 300.000 ejemplares solo en Estados Unidos durante el primer año y millones de copias en todo el mundo en las décadas siguientes. La obra fue traducida a múltiples idiomas, adaptada al teatro y utilizada como herramienta de propaganda abolicionista, llegando a influir en la opinión pública internacional.
El impacto de la novela en la sociedad estadounidense fue inmediato y profundo. En el norte, fue celebrada por los abolicionistas y quienes luchaban por la causa antiesclavista. Sin embargo, en el sur, la obra fue duramente criticada y rechazada. Los defensores de la esclavitud la consideraron una tergiversación de la realidad y respondieron publicando novelas que intentaban justificar el sistema esclavista, conocidas como «anti-Tom novels».
El libro contribuyó a polarizar aún más el debate sobre la esclavitud y, según algunas fuentes históricas, el presidente Abraham Lincoln llegó a decir a Stowe al conocerla: «Así que usted es la pequeña dama que escribió el libro que provocó esta gran guerra», haciendo referencia al papel que jugó la novela en el camino hacia la Guerra de Secesión.
Aunque «La Cabaña del Tío Tom» fue clave en la lucha contra la esclavitud, con el paso del tiempo la obra también ha sido objeto de críticas. Algunos sectores han señalado que ciertos estereotipos presentes en la novela han perpetuado imágenes negativas sobre los afroamericanos. No obstante, la mayoría de los especialistas coinciden en que el libro supuso un avance fundamental en la concienciación sobre los horrores de la esclavitud y en la promoción de la igualdad y los derechos humanos.
«La Cabaña del Tío Tom» es mucho más que una novela: es un documento histórico, una herramienta de cambio social y una obra literaria que desafió las estructuras de poder de su tiempo. Su éxito de ventas y la polémica que despertó en Estados Unidos reflejan la fuerza de la literatura como motor de transformación y su capacidad para remover conciencias y cambiar el curso de la historia.






















