'El 100% de los trabajadores estatales de Cuba está en situación de pobreza extrema'. Con el cambio oficial el salario estatal diario equivale a 1,83 dólares. Con el cambio informal el salario medio por jornada se reduce a 0,50 centavos. DDC.

Aglomeración de cubanos frente a una sucursal bancaria. Diario de Cuba

'Si se utiliza la tasa informal, el desastre sería mucho más grave', advierte el economista Pedro Monreal.

A juzgar por el umbral de pobreza marcado por el Banco Mundial (2,15 dólares por día), "el 100% de los trabajadores estatales de Cuba está en situación de pobreza extrema", sostuvo en su perfil de Facebook el economista cubano Pedro Monreal.

El experto subrayó que "Cuba no reportó datos de pobreza al informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) "Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025", lo que revela que, una vez más, La Habana insiste en ocultar información sobre el resquebrajamiento integral de la sociedad cubana.

"La pobreza extrema (también conocida como indigencia) es la situación en la que no se dispone de ingresos suficientes para cubrir al menos las necesidades básicas de alimentación", explicó Monreal, que cifró en 6.685 pesos el salario medio en Cuba.

"En el cálculo se utilizó la tasa oficial de un dólar = 120 pesos. Si se utiliza la tasa informal, el desastre sería mucho más grave", resaltó.

Aunque el economista no ofreció el desglose matemático, sí subrayó que los datos oficiales disponibles resultan suficientes para constatar la magnitud del empobrecimiento en Cuba.

A partir de estos datos, DIARIO DE CUBA estimó que el salario estatal diario equivale a 1,83 dólares, lo que sitúa al trabajador estatal un 13,4% por debajo del umbral internacional de indigencia fijado por el Banco Mundial.

Al aplicar el tipo de cambio del mercado informal, donde un dólar se cotiza en torno a 440 pesos, el salario medio por jornada se reduce a 0,50 centavos de dólar, lo que representa una caída del 76% respecto al mínimo necesario para no estar en pobreza extrema.

En otras palabras, medido según el tipo de cambio que refleja el poder adquisitivo real en la Isla, el salario estatal cubano apenas alcanza una cuarta parte del nivel mínimo que el Banco Mundial considera indispensable para cubrir las necesidades básicas y salir de la indigencia.

En la práctica, los obreros en la Isla trabajan por menos de un centavo la hora.

"Para algunos países que no disponen de estimación oficial de pobreza, pero que aprueban estar reflejados en el informe, la CEPAL utiliza datos de entidades nacionales basados en las líneas de pobreza del Banco Mundial, como en el caso de Brasil, usando datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)", destacó Monreal.

Sin embargo, el hecho de que no aparezcan datos de Cuba indica que La Habana habría rechazado estar en el informe, lo que viola incluso sus propias leyes, en primera instancia la Ley de Comunicación Social, en particular su acápite de acceso a la información.

Así, no es la primera vez que el régimen oculta datos clave sobre la economía nacional a la CEPAL. En junio, por ejemplo, cuando Monreal alertó sobre otro ocultamiento de información, el economista recordó que, aunque Cuba cuenta con una herramienta nacional para medir la situación de los hogares —la Encuesta Nacional sobre la Situación Económica de los Hogares (ESEH)—, sus resultados no han sido publicados tras su más reciente edición en 2022, ni tampoco compartidos con la CEPAL.

Esto ocurre en un contexto en el que las condiciones de vida de millones de cubanos se deterioran día a día bajo el peso de la inflación, el desabastecimiento, la crisis energética y la ineficiencia estructural.

"Siendo la 'continuidad' del empobrecimiento masivo un fenómeno sobresaliente de la Cuba actual, la deshonestidad estadística facilita el discurso oficial de esconder la cabeza como el avestruz, acompañado por la perorata sobre la asistencia social a los vulnerables", escribió.

El silencio oficial sobre las cifras de pobreza es coherente con una estrategia más amplia de control informativo que el régimen ha perfeccionado durante décadas. Para La Habana, reconocer la magnitud del empobrecimiento sería reconocer el fracaso de un modelo económico y político que insiste en mostrarse al mundo como un paradigma de justicia social.

A pesar de la opacidad del régimen, según el documento "Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2025: movilización de recursos para el financiamiento del desarrollo", el crecimiento del PIB (producto interno bruto) real en 2024 y las proyecciones para 2025 y 2026 colocan a la Isla solo por delante de Haití en la región, indicó la CEPAL en agosto.

Esta situación está en consonancia con la radiografía sobre el deterioro social en la Isla que publicó en septiembre el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH). Así, el 89% de los cubanos entrevistados para el VIII Estudio sobre Derechos Sociales vive en pobreza extrema y el 78% desea emigrar o conoce a alguien que quiere hacerlo.

A raíz del estudio, el secretario de Economía del Partido Demócrata Cristiano de Cuba, Yasmani Jiménez, enfatizó: "Estamos asistiendo a un colapso que da fe de la situación del país".