
La Policía cierra La Cuevita; vendedores y clientes la reabren. Por Daría Hernández. 14ymedio. +VIDEO.
La PolicĂa cierra La Cuevita; vendedores y clientes la reabren
Por DarĂa HernĂĄndez
26 de septiembre de 2025
En la meca del comercio popular, en La Habana, se encuentra de todo, ademĂĄs de la compraventa de dĂłlares
âÂĄAgua!â, se escuchaba con inusual frecuencia este miĂ©rcoles en La Cuevita, entre una multitud de cuentapropistas, vendedores clandestinos y clientes desesperados. No era un pregĂłn anunciando bebida ni un aviso de tormenta, sino la palabra clave que en toda Cuba alerta de que la PolicĂa anda cerca. Las autoridades, que suelen mirar para otro lado ante las irregularidades de estos espacios, decidieron esta vez cerrar el lugar durante un mes. El motivo oficial: ârealizar reparacionesâ, segĂșn comentaron a este diario algunos vecinos.
La Cuevita es la meca del comercio popular en San Miguel del PadrĂłn, en La Habana. AllĂ se encuentra de todo, desde alimentos, productos de higiene, ropa y electrodomĂ©sticos, hasta juguetes, medicamentos y cambio de divisas en efectivo. Las mercancĂas llegan por vĂas tan diversas como mulas, intermediarios o desvĂos de los canales estatales, y generan ingresos tanto para trabajadores por cuenta propia como para los que operan sin licencia.
Por eso, a pesar de la orden de cierre, pocos se resignaron a marcharse. Los vendedores se reacomodaron en calles aledañas y en los portales de las casas vecinas. âHay que comerâ, soltaba una vendedora sin papeles mientras recogĂa con prisa su mercancĂa al paso de los uniformados y, minutos despuĂ©s, volvĂa a montar el puesto en el mismo lugar.
La historia de La Cuevita se remonta al PerĂodo Especial y se fortaleciĂł con las reformas econĂłmicas de los Ășltimos años. SurgiĂł como respuesta al desabastecimiento crĂłnico y a la necesidad de conseguir bienes en divisas, convirtiĂ©ndose en un punto de abastecimiento crucial para habaneros y compradores de otras provincias.
Este miĂ©rcoles, sin embargo, el sitio lucĂa mĂĄs caĂłtico que nunca. Los puestos se amontonaban frente a las viviendas, la venta de alimentos coincidĂa justo al lado de basureros pestilentes, los sacos de arroz abiertos se mezclaban con el fango y un coro de gritos de vendedores ansiosos.
El cierre coincide con el IV Ejercicio Nacional de PrevenciĂłn y Enfrentamiento al Delito, que incluye patrullaje, reuniones âprofilĂĄcticasâ con el llamado âpotencial delictivoâ y acciones de control social. AdemĂĄs de la PolicĂa, participan estudiantes, trabajadores y militantes del Partido. Ejercicios anteriores no han devuelto el orden a las calles, pero sĂ han engrosado las arcas del Estado con el dinero de multas y decomisos.
âNo hay policĂa para sacar a tanta genteâ, decĂa un vendedor de medias y calzoncillos que corriĂł a esconderse al escuchar la señal de alerta. Minutos despuĂ©s, al ver alejarse al uniformado en su moto, regresĂł a su puesto y agregĂł: âDe esto vive el pueblo, no lo pueden cerrarâ.
Algunos llaman âcandongaâ a estos mercados informales que existen por toda la Isla, un tĂ©rmino que llegĂł de Angola con los cubanos que fueron a la guerra en los años 70 y 80. Pero la batalla de hoy es otra: poner un plato en la mesa, zapatos en los pies de los hijos y conseguir el dinero para sobrevivir un mes, algo que ningĂșn salario estatal garantiza.