Cuba Siglo 21: La principal intervención en Venezuela es la del régimen de La Habana. Diario de Cuba.

Un nuevo informe del laboratorio de ideas denuncia seis décadas de operaciones encubiertas y control político regional por parte del régimen cubano.

Mientras medios oficiales de La Habana y Caracas agitan el discurso sobre una posible intervención de Estados Unidos en Venezuela, el laboratorio de ideas Cuba Siglo 21 y el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC) aseguran en un nuevo informe que el verdadero tutelaje externo sobre la nación sudamericana comenzó hace casi seis décadas y proviene del Gobierno de Cuba.

Según ambas organizaciones, "la verdadera intervención comenzó en 1967 y alcanzó plenamente sus objetivos con la llegada de Hugo Chávez al poder". Esa intervención —"originada en Cuba y sostenida desde entonces"— habría condicionado la soberanía venezolana durante décadas.

Una intervención que abrió la puerta a Rusia, Irán y grupos armados

Los autores del informe sostienen que, de producirse una operación militar estadounidense en Venezuela, esta solo podría interpretarse como "un intento de ayudar a los venezolanos a liberarse de esa prolongada injerencia cubana, que además abrió la puerta a la penetración de otros actores estatales como Rusia e Irán y de grupos armados no estatales como las FARC, el ELN y Hezbollah".

Las conclusiones forman parte del dossier Cuba (1959–2025): la "intervención permanente", que examina más de seis décadas de operaciones militares, apoyo a insurgencias y estrategias de guerra política impulsadas desde La Habana.

Del intervencionismo militar a la guerra híbrida

El informe señala que el patrón intervencionista del régimen cubano no desapareció tras el colapso soviético, sino que mutó.

La Habana pasó de la intervención militar directa a un modelo de guerra híbrida que combina inteligencia, desinformación, apoyo a fuerzas represivas, misiones médicas utilizadas como instrumentos de influencia y asesoría en control social, explica el documento.

Estas prácticas han sido especialmente visibles en Venezuela y Nicaragua, donde —subrayan los autores— la presencia cubana oficial ha sido clave para sostener regímenes señalados por organismos internacionales por violaciones graves de derechos humanos.

En el caso venezolano, el Gobierno de Cuba "reestructuró la contrainteligencia militar y asesoró directamente a cuerpos responsables de torturas, detenciones arbitrarias y represión de manifestaciones", algo que habría sido decisivo para evitar divisiones internas en el aparato militar y garantizar la permanencia de Nicolás Maduro en el poder.

En Nicaragua, la asesoría de La Habana "ha sido central para la creación de un aparato de vigilancia y terror que ha eliminado a la oposición política y consolidado el poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo".

Un modelo dependiente de subsidios y alianzas con actores autoritarios

Cuba Siglo 21 y el OCAC describen el intervencionismo como un mecanismo de supervivencia para un régimen que carga con un "persistente fracaso económico" tanto en su etapa comunista como en la actual, caracterizada como "estado mafioso".

El documento subraya la dimensión económica del fenómeno: "un sistema que depende de subsidios externos, petróleo, divisas obtenidas mediante misiones médicas y alianzas con redes criminales transnacionales".

Esta dependencia, combinada con una vocación antiestadounidense, alimenta relaciones estrechas con Rusia, Irán y China, con quienes La Habana comparte "información, capacidades de espionaje electrónico y estrategias de influencia".

Capacidades de desinformación y desestabilización regional

El dossier afirma que el régimen cubano ha desarrollado capacidades significativas en guerra híbrida: campañas de desinformación, cooperación en espionaje con Rusia y China, control de internet y operaciones psicológicas para moldear narrativas políticas.

Incluso menciona que las protestas de Ecuador, Chile y Bolivia en 2019 habrían sido amplificadas por redes vinculadas a La Habana y Caracas para generar mayor inestabilidad.

El texto advierte que el Cartel de los Soles apostaría por estas herramientas en caso de un eventual desplazamiento de Maduro.

Participación en la guerra de Ucrania y bases de inteligencia

El informe también destaca que el intervencionismo cubano "continúa activo". Señala la presencia de cubanos en la guerra de Ucrania, así como la operación de bases de inteligencia en la Isla apoyadas por Rusia y China, y la coordinación de campañas de desinformación en América Latina.

Una salida condicionada a un cambio de régimen

La conclusión del documento es clara: "este patrón solo cesará con una transición del régimen cubano hacia un sistema democrático de libre mercado y Estado de derecho". Mientras persista el modelo actual, advierten sus autores, la región seguirá enfrentando los efectos de una política exterior orientada no a la solidaridad internacional, sino a "asegurar la supervivencia de un Estado totalitario en crisis permanente".