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UN ALCALDE NEOYORQUINO RAPERO, ISLAMISTA Y DE IZQUIERDA. Por el Doctor Alberto Roteta Dorado.

"No se debe permitir el protagonismo de líderes de culturas y religiones que no tienen nada que ver con el mundo occidental".

FOTO ABAJO- Zohran Mamdani, el socialista y musulmán que acaba de ser elegido alcalde de New York.

 


Doctor Alberto Roteta Dorado.- Santa Cruz de Tenerife.- España.- No creo que los estadounidenses olvidaran los sucesos del 11 de septiembre de 2001, fecha que ha pasado a la historia como uno de los más terroríficos actos cometidos por los islamistas extremos en su afán de destruir a la civilización occidental. Casi 3.000 muertos y 25. 000 heridos no se pueden olvidar en tan breve tiempo.

De ahí que la reciente elección de Zohran Mamdani como alcalde de New York no sea porque los estadounidenses pasaran página a los horrores del islamismo, sino porque las sociedades del presente, en gran medida, están gravemente enfermas, y sobre todas las cosas, con una sorprendente incultura generalizada incluida la incultura política. De ahí la proliferación, cual indetenible plaga, de los movimientos de una izquierda radical vengativa y con unas ansias de aniquilar todo aquello que no se corresponda con sus maléficos postulados. 

Si a esto se añade una eficaz maquinaria de propaganda marxista capaz de mantener a las masas ignorantes en estados de enajenación mental y social, entonces, el triunfo de los movimientos terroristas de la sanguinaria izquierda radical está, por desgracia, garantizado.

El joven rapero – ya os podréis imaginar su nivel y de los estratos sociales que procede– tiene una inmensa popularidad. Esta victoria lo demuestra. El empleo de las llamadas redes sociales, con premeditación y alevosía, han jugado un papel determinante para que de la noche a la mañana emerja como el "nuevo mesías" de la izquierda. Téngase presente el contexto del momento donde una incertidumbre social ante la mano dura que ha tenido que asumir la actual administración presidida por Donald Trump crece por doquier.

Al nuevo político lo presentan algunos medios como musulmán, de izquierda y socialista. Una verdadera vergüenza para una nación como Estados Unidos de América. Una "excelente" combinación para garantizar el crecimiento del terrorismo islámico. Recordemos que el fin primero y último del islamismo es la destrucción de la civilización occidental. De ahí la simpatía que la extrema izquierda muestra por los seguidores de Mahoma, toda vez que comparten interesas similares en este sentido. 

Para los que no lo saben, y para aquellos que se niegan a saberlo, les recuerdo que las invasiones musulmanas en Europa, entre los siglos VII y XV, se concentraron en la península ibérica y el sur de Francia a partir de 711, y en el Mediterráneo con incursiones en Sicilia y el sur de Italia. Su objetivo fue – y sigue siendo en nuestros días– la expansión de su imperio por la mayor parte del mundo. La masacre generalizada a los cristianos de estos sitios, así como a los del norte del continente africano consta como prueba irrefutable de sus características de guerreros que imponían su religión del terror en las regiones conquistadas.

En el presente las cosas no han cambiado. Siguen siendo guerreros, vengativos e inescrupulosos. Lamentablemente, los neoyorquinos tendrán en breve a un alcalde que, además de rapero, es de izquierdas, y para colmo, musulmán. No se debe permitir el protagonismo de líderes de culturas y religiones que no tienen nada que ver con el mundo occidental. Este es el primer paso, ya nos han penetrado y se diseminan por doquier. Luego vendrá la imposición de sus leyes, costumbres y rituales. Serán sustituidas las iglesias cristianas por las mezquitas musulmanas, las mujeres serán sometidas a sus costumbres esclavistas, y lo peor, las acciones terroristas ocuparán un destacado lugar en función del gran objetivo: destruir la civilización y la cultura de occidente. Solo esperan recuperar lo que un día fueron, aunque para lograrlo tengan que continuar con sus actos terroristas en Europa y en los Estados Unidos de América.

Así las cosas, que disfruten de su nuevo alcalde los que lo eligieron. Solo espero que su mandato sea algo efímero y que no trascienda de ser un fenómeno local. Soy de los que piensa, y estoy convencido, que el bien siempre triunfa sobre el mal, aunque a veces nos dé la impresión de que reina el caos y las tinieblas de los extremistas radicales de la izquierda y del islamismo.


 

                                          albertorot65@gmail.com

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